¡Tu carrito está actualmente vacío!
guía general para Enfermedades crónicas
Los tratamientos de sanación de las enfermedades crónicas degenerativas persiguen el mismo fin en común: permitir que el cuerpo vuelva a un funcionamiento biológico normal, con una homeostasis (regulación interna) independiente, tras un periodo de inflamación (que es una compleja reacción y estrategia del cuerpo de protección ante un ataque y funcionamiento biológico parcialmente truncado). Las inflamaciones crónicas son un estado de inflamación persistente, mayor a 3 meses:
Definición de inflamación crónica: «Es una inflamación de duración prolongada (semanas o meses) en la cual la inflamación activa, destrucción tisular e intento de reparación se suceden simultáneamente. Se caracteriza por infiltración por células mononucleares que incluyen macrófagos, linfocitos y células plasmáticas; destrucción tisular inducida por la persistencia del agente agresor o por células inflamatorias; intento de curación del tejido dañado por sustitución con tejido conectivo conseguido por la proliferación de pequeños vasos sanguíneos (angiogénesis) en particular fibrosis.» (Robbins et al. 2012)
Aunque en cada paciente este tratamiento se debe personalizar con múltiples disciplinas y profesionales diferentes, hay unas guías generales para todos los pacientes, ya que incluyen unas consecuencias beneficiosas. No son diferentes de desaconsejar el tabaco y el alcohol en pro de las tomas a tierra y la suplementación, y defienden los alimentos básicos estratégicos de miles de años de evolución. Por desgracia, los sofisticados fármacos comunes son altamente dañinos para el hígado y el sistema digestivo, órganos imprescindibles para el funcionamiento correcto del cuerpo, y raramente el Big Pharma es capaz de tratar estas inflamaciones crónicas, y cuando lo hacen suelen estar acompañadas de copiosos efectos secundarios.
Por ejemplo, el médico alemán Max Gerson descubrió hace ya un siglo que un estado crónico de inflamación se relaciona con una acumulación de toxinas y tóxicos en el cuerpo, así como un agotamiento de reservas de nutrientes (Gerson institute, sf). Sus tratamientos son un rescate del hígado y se basan en 4 pilares:
Detoxificación del hígado
Para expulsar las toxinas y fortalecer defensas
Dieta ecológica basada en plantas
Libre de tóxicos y adaptada a cada paciente
Gran cantidad de zumos naturales
Prensados en frío para ayudar al hígado
Suplementación
De aquello que el cuerpo necesite
El tratamiento Gerson contempla 2 años de duración, sin embargo se puede sanar en mucho menos tiempo. En mi caso personal apliqué estos principios de forma innatamente lógica durante 4 meses, siguiendo la dieta antiinflamatoria lectin-free del Dr. Gundry, específica para inflamaciones del intestino.
Ninguno de estos médicos iba mal encaminado, puesto que a inicios del siglo XXI el Dr Medardo Rosales, pediatra y homotoxicólogo descubrió que había una relación entre las enfermedades o síntomas de diferentes mucosas del cuerpo y las inflamaciones del sistema inmunitario (puesto que la mayoría de defensas están en las mucosas y la piel). Por lo que si se presentaban patologías recurrentes en una o simultáneas en las mucosas de los aparatos respiratorio, gastrointestinal o genitourinario, se debían tratar conjuntamente a través de un mismo diagnóstico (Síndrome de inflamación de mucosas) y con una mayor ingesta de vitaminas y zumos naturales.
«Existe un Sistema de Inflamación Común de Mucosas (SICM) que es un sistema inmunológico común entre mucosa respiratoria, gastrointestinal, genitourinario y glándula mamaria y en este existe un comportamiento común entre sus componentes» (Rosales, 2005).
Como conclusión, los médicos más valientes que se han dedicado a tratar las enfermedades crónicas han visto que la única vía era a través de una ingesta de los alimentos libres de tóxicos que contienen los nutrientes de los que el cuerpo realmente está hecho, y que ayudan tanto al hígado como a las mucosas y sistema inmunitario, lejos de las patentes de los nuevos antiinflamatorios en tendencia.